Hoy continuamos con las actividades que más nos gustan en mago madrid, los juegos de magia fáciles que se tienen que construir los mismos niños. Además, en este caso, se requerirá un cierto ensayo para poder ejecutar el truco bien.
Aprenderemos a construir una varita mágica que aparecerá súbitamente en nuestra mano. Los únicos materiales necesarios serán:
- Una pajita gruesa (de las de beber cócteles)
- Cinta aislante blanca
- Unas tijeras
Para comenzar nuestro taller mágico daremos a elegir a los niños una pajita, de las gruesas, de su color favorito. Siempre hay que potenciar la libertad de elección de los niños. Para ellos es muy importante el color. No podemos imponerles el que nosotros queramos. Al fin y al cabo la varita será SU juguete, y deberá siempre estar a su gusto. Los colores los elegirán porque es su favorito, por estética, o porque en ese momento les apetece. Con los colores los niños muchas veces están compartiendo con nosotros su estado de ánimo y emociones.
Fabricación de la varita mágica
Corta dos tiras pequeñas de cinta aislante blanca, de un tamaño un poco mayor que el diámetro de la pajita.
El niño deberá pegar las cintas alrededor de los 2 extremos de la pajita. Instruye a los más pequeños para que no peguen juntas los dos extremos adhesivos de la cinta. Deberán pegar la cinta empezando desde un lado de la cinta, no desde el centro. Así la cinta blanca debe quedar quedará rodeando completamente ambos extremos.
A continuación el niño deberá recortar la pajita longitudinalmente, lo más recto que pueda. Volvemos a proponer un reto a los pequeños que sólo están acostumbrados a cortar papel. La dificultad estriba en cortar sólo uno de los lados de la pajita, con lo que la tijera apenas tiene amplitud de movimiento. Estamos seguros que los niños superaran el desafío sin necesidad de ayuda, ganando una buena dosis de autoestima.
Una vez cortada totalmente la pajita ya tendremos construida nuestra varita mágica, que deberemos intentar mostrar siempre por el lado que no está cortada.
Falta poco para hacerla aparecer, pero antes aprendamos la preparación previa.
Preparación para la aparición de la varita
Podemos afirmar que esta parte, la preparación de la varita para hacerla aparecer, es la más difícil. Para los niños pequeños será complicado lograrlo, todavía tienen que madurar su psicomotricidad fina. A ellos les ayudaremos nosotros o bien sus padres. También es divertido compartir actividades con los papis.
Nuestra meta es enrollar la pajita por el lado corto. Veamos cómo.
Ayudándote de los dedos de ambas manos abre uno de los extremos. Sujétalos con los pulgares para evitar que vuelva a juntarse la pajita.
Procede a enrollar con ambos pulgares e índices moviéndolos alternativamente, y sujetando el rollito que vamos consiguiendo con los otros dedos para evitar que se deshaga.
Sigue enrollando hasta que se forme un rollito no demasiado compacto, ya que la pajita perdería su elasticidad.
El niño guardará el rollito formado en el interior del puño. En el próximo artículo veremos otra posición más avanzada para ocultar el rollito pensado para niños mayores.
Ejecución de la aparición de la varita
Toda la preparación previa la habremos hecho sin que el público nos vea, a escondida; quizás en la mochila del cole o en nuestra maleta mágica.
Saldremos ante el público con la varita enrollada oculta en el puño.
Llamaremos la atención al puño, y a la cuenta de tres abriremos rápidamente el puño. La varita tiene tendencia a mantener su forma primitiva y por tanto se desenrollará rápidamente, dando la impresión de que ha aparecido mágicamente.
Debido a la naturaleza del plástico de la pajita, o a haberla enrollado demasiado tiempo o demasiado fuerte, es posible que la varita no termine de desenrollarse completamente. Para solucionar esto, termina de desenrollarla rápidamente con la otra mano, pasará desapercibido por el público.
Una vez aparecida la varita ya podremos usarla como ayuda en nuestros otros trucos de magia.
El proceso de enrollado y la aparición de la varita deberán ser practicados por los niños. Cosa que harán gustosamente, al ver que con cada ensayo lo enrollan más rápido y eficientemente y la aparición es cada vez más limpia y mágica.
Para nosotros la magia es una actividad estupenda para fomentar el desarrollo de los niños, no sólo manual, sino intelectual, social y hasta emocional. Creemos que es una actividad que debería ser impartida en todos los colegios, ya que sus ventajas pedagógica son indudables y se les une algo especial que sólo sucede con la magia. ¡Los niños aman la magia!
