LAS CARTAS VIAJERAS

Hoy veremos uno de los efectos más ejecutados por los magos de todos los tiempos, las cartas viajeras. Pero como siempre lo haremos con una versión fácil, que nos permita centrarnos en la presentación y en el estudio de los fallos de la atención del cerebro.

EFECTO

Tres cartas viajan invisiblemente a las manos de un espectador.

PREPARACIÓN

Pon 7 cartas caras arriba y debajo de ellas pon otras 3 cartas caras abajo. Ésta será nuestra preparación secreta.

Cartas Viajeras Preparación

EJECUCIÓN

Saca las cartas con cuidado para que no se vean las cartas vueltas. Ahora vamos a contar las cartas de forma especial para que sólo se vean 7.

Cartas Viajeras. Sujeción de Cartas

Coge la carta superior con la mano derecha, dale la vuelta a la carta para que quede cara abajo y ponla bien cuadrada debajo del paquete, cuenta una.

Cuenta Cartas Viajeras con Volteo

Coge la siguiente carta y haz lo mismo, dale la vuelta y ponla debajo contando dos. Sigue así hasta que la siguiente carta que se vea esté de dorso, habremos contado sólo 7.

Ahora comenzará la magia. Dale las cartas a un ayudante para que las sujete firmemente entre sus manos. Coge invisiblemente 3 cartas del bolsillo y de forma divertida, entre tú y otros voluntarios, lánzalas a las manos del espectador.

Seguidamente pídele que cuente las 7 cartas otra vez.

¡Ahora mágicamente tendrá 10 cartas! ¡Han viajado 3 cartas de forma invisible!


NOTAS

El mayor problema de los principiantes con este juego es el de ocultar la carta del fondo que está vuelta. Si el público lo ve el juego se arruinaría.

Al principio les cuesta mucho mantener la muñeca inclinada para ocultar la carta vuelta. Se empeñan en ver ellos la carta. Se olvidan que ellos no son importantes, que en la magia lo único importante es que el público vea bien, nosotros no importa si lo hacemos.

El egocentrismo latente que todos mantenemos nos incita a ser nosotros los que queremos ver lo que estamos haciendo. Incluso a costa de desvelar el secreto como sucede en este caso.

Este fallo lo hemos observado incluso en gran cantidad de magos avanzados. Es la prueba de que es difícil luchar contra nuestro egocentrismo heredado de la infancia.

Lo mismo nos ocurre en las demás facetas de la vida, nos olvidamos que cuando comunicamos lo importante es llegar lo mejor posible a los otros.

El único secreto de este juego consiste en tener las cartas vueltas, sin que el público lo sepa y contar las cartas de esta forma tan especial. Cosa que podemos justificar diciendo que mostramos la carta por ambos lados para que se vea que no hay trampa. Nuestra honradez supuesta es el fruto de la trampa real.

El juego incrementa su potencial si es el propio espectador el que cuenta las cartas. Al final pensará y con razón que fue él quien hizo todo. Pero no nos podemos fiar así como así de cualquier espectador. Para este juego elegiremos al que nos dé más confianza. Se aprende con la práctica, los magos acabamos siendo un poco psicólogos en este aspecto.

Lo mejor es darle las cartas para que las sujete. Y sin terminar de soltarlas, coger nosotros la primera carta, la de arriba, darle la vuelta y ponerla debajo. Así demostramos lo que tendrá él que hacer.

Se aprende más viendo que con instrucciones orales. Y además al poner nosotros la primera carta ya podremos soltar su mano y dejarle que termine de contar las supuestas 7 cartas él solo.

Si os fijáis estamos todo el tiempo diciendo 7, es el número que reforzamos, para que luego cuando descubra que tiene 10 el efecto sea mayor. Además nuestra mente es tan vaga que podría olvidarse de que hemos contado 7 cartas, estropeando el efecto final.

Hay que actuar como si la cuenta de las 7 cartas no fuera importante, es un mero trámite. Lo importante empieza cuando sacamos las cartas invisibles y jugamos con ellas. Entonces es cuando el público prestará más atención, cuando la trampa ya esté hecha. Nos quedamos libres para disfrutar de la presentación.

A la hora de contar las cartas al final procederemos de tal forma que maximicemos el efecto, añadiendo suspense. Contaremos hasta seis. Pararemos. Siete. Aún hay más cartas,  primera sorpresa. Y seguimos contando, ocho, nueve y diez, de forma cada vez más dramática.

Acerca de magomadrid

Alfonso V, mago Madrid. Más de 20 años como ilusionista profesional. Impactante, cómico, original. ¡Te felicitarán! Alfonso Quinto
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