Estas predisposiciones biológicas son modeladas por nuestras experiencias y por el medio cultural donde vivimos.
El largo periodo evolutivo durante el cual se moldearon estas respuestas emocionales fue muy duro, pocos niños sobrevivían, los peligros acechaban constantemente, la vida siempre estaba en juego, depredadores, falta de alimento,… Con el advenimiento del neolítico estas presiones se relajaron, y las respuestas emocionales que nos ayudaron a sobrevivir se convirtieron en obsoletas.