Atención positiva es brindar aliento y apoyo emocional a los niños de manera que resulten claramente reconocidos por el niño.
No basta con un elogio, un abrazo o un beso de buenas noches.
Implica una participación activa en la vida emocional de su hijo; es decir, jugar con los niños más pequeños y participar en las actividades de los hijos mayores.
Esta atención positiva produce a largo plazo el efecto de hacer crecer la imagen de sí mismo de su hijo y sus capacidades de decisión, mejorando incluso la salud.