Un avión lleno de ingleses sale de Portugal. Se estrella en la frontera entre España y Francia.
¿En qué país entierran a los supervivientes?
Este tipo de enigmas planteados de forma rápida y ocasional, de forma oral, no escrita, siempre producen dificultades. En la vida los problemas a los que nos enfrentamos son así. Nos los planteamos a viva voz, sin escribirlos. Y nuestra mente los aborda sin fijarse en cada detalle. Va directa a la buscar la solución, lo antes posible.
Nuestro cerebro se pierde entre países y más países y no se da cuenta de lo absurdo que resulta enterrar a los supervivientes. ¿No sería mejor enterrar a los que no han sobrevivido? Así que nuestro problema está resuelto, no se entierran en ninguna parte.
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A veces los problemas a los que nos enfrentamos son tan profusos que se nos pasan por alto trivialidades que simplificarían su resolución. En cada problema cada detalle cuenta, no los pasemos por alto.