test de las golosinas autocontrol

Hubo niños que esperaron y recibieron su premio. Y otros que se comieron la golosina sin esperar, se quedaron sin premio. Era una lucha entre el impulso y su represión, entre el deseo y el autocontrol. Lo que se conoce como demora de la gratificación.

Este experimento además de un reflejo de su carácter, nos anuncia la probable trayectoria que seguirá en su vida. Los niños que aguantaron la tentación fueron de adolescentes socialmente más competentes, afrontaban mejor las frustraciones. Confiaban en sí mismos y en sus compañeros.

Los otros eran más proclives a desmoralizarse, más temerosos de los contactos sociales, perturbados por las frustraciones, desconfiados, más propensos a las discusiones y peleas.

Una forma de demorar la gratificación autoimpuesta dirigida a metas es desviar su atención de la tentación presente y distraerse mientras siguen perseverando en el logro de su objetivo.