Nuestra sociedad se fundamenta en unos conocimientos básicos, en un pensamiento único, que es igual para todos. Lo cual nos lleva a una uniformidad de pensamiento, y nos convierte en seres previsibles, poco imaginativos.
Con esto no queremos decir que nuestra mente no tenga que seguir trabajando este pensamiento único. Al contrario, es importante continuar reforzándolo y actualizándolo. Como todo el mundo piensa igual, nosotros también debemos dominar este tipo de pensamiento, sino nos quedaríamos atrás. No se puede vivir fuera del sistema.
Lo que debemos hacer, además de dominar el pensamiento único, es trabajar el pensamiento creativo, original y diferente.
Otro de los problemas de los que hablábamos es la tendencia al mínimo esfuerzo. La mente quiere ahorrar energía y tiende a pensar siempre de igual forma. El secreto para no caer en la molicie es tener una mente humana siempre activa:
- Probar cosas nuevas.
- Resolver los problemas de forma diferente.
- No conformarse con el primer pensamiento que tengamos.
- Hay que esforzarse en pensar distinto.
El mundo está construido de tal manera que nos obliga a que no pensemos. Tiende a alienarnos. Debemos esforzarnos mucho y luchar para utilizar nuestra mente humana. Debemos afanarnos por ser distintos.
Nuestra mente no tiene porque estar condenada a la mediocridad. La solución es seguir formándonos, estudiando y preparándonos para este mundo actual tan cambiante. Si nosotros no cambiamos con él estamos condenados a quedarnos atrás.
Fórmate. Estudiar es un placer. Sólo debes encontrar algo que te guste, que te apasione y estarás en el buen camino, en el camino de tener una mente más ágil y más creativa.