- “Un niño va de viaje con su padre en coche. De repente, se cruza un camión y tienen un accidente. El padre muere en el acto, y el hijo queda mal herido. Llega la ambulancia y lo trasladan al hospital. Al llegar al hospital, lo meten directamente en un quirófano, y el cirujano que tiene que operarlo, se niega a hacerlo porque dice que el niño es su propio hijo. ¿Cómo es posible?”
Piensa un rato antes de seguir leyendo.
Efectivamente, como estábamos hablando, hay datos que tendemos a asumir de una manera y luego son de otra. No es nuestra culpa, como estamos intentado demostrar es culpa de nuestra educación, que nos habitúa a pensar del mismo modo, a dar por hecho cosas porque sí, por costumbre.
¿El padre no había muerto? Sí. ¿Entonces por qué el cirujano no quiere operarlo aduciendo que es su hijo? La respuesta no puede ser más sencilla, siempre y cuando nos quitemos nuestros prejuicios. Analicemos la supuesta incongruencia, el cirujano no quiere operar a su hijo, pero el padre está muerto. ¿El hijo tiene sólo un padre? Sí y no. Tiene un padre y una madre. El padre muere, pero la madre no. ¿La madre puede ser cirujano? Sí. Pues ya está la madre es el cirujano. Problema resuelto.
Hay muchísimos problemas en los que damos muchas cosas por supuestas. Suponemos cosas que no están en el enunciado del problema. ¿Por qué un cirujano debe ser hombre? Tan machistas seguimos siendo. Tenemos que reconsiderar cada aspecto del problema. Nuestra mente es vaga y buscará la primera asociación que se le ocurra. Si ese detalle se nos escapa el problema se complica.
Otro problema clásico:
- “María y Pepe yacen muertos en el suelo sin aparentes signos de violencia y a su lado un charco de agua, unos cristales rotos y una piedra. La habitación estaba en un cuarto piso, estaba cerrada con llave, a excepción de una ventana que estaba rota. ¿Cómo murieron?”
Piensa un poquito antes de ver la solución.
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¿Seguro que has dado por supuesto algo? ¿A qué has supuesto que María y Pepe eran seres humanos? Supongamos que no son seres humanos. ¿A qué ahora la respuesta es muy fácil?
Efectivamente, si hay agua y cristales, y María y Pepe no son seres humanos, está claro, nuestra mente rápidamente llega a la conclusión acertada, son peces. Todo resuelto. Una piedra entró por la ventana rompiendo los cristales. La piedra impactó en la pecera que se rompió. Los peces, María y Pepe, murieron ahogados, pero no por el agua, sino por la ausencia de ésta.
Suposiciones como ésta hacen que nuestra mente se bloquee, impidiéndonos hallar la solución a nuestros problemas que de otra forma serían triviales.
Los magos nos aprovechamos constantemente de las suposiciones recurrentes en las que incurren las personas, al igual que el tonto de la historia que contaremos en el próximo artículo.
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