En una partida de ajedrez las posibilidades de movimientos se complican exponencialmente. Imaginemos que nos quedan sólo 4 piezas sobre el tablero, 4 posibles movimientos, que dan lugar a otros 4 posibles movimientos en la segunda jugada, que ya son 16 posibilidades. Si avanzamos otro nivel de decisiones son otras 4 posibilidades sobre 16, son 64 opciones. Otro nivel y son 256. Son demasiados recursos que debemos usar para analizar tantas opciones.
A veces tenemos tantos parámetros a estudiar que hacen imposible el abordaje del problema. Preferimos abandonar y dedicarnos a otros asuntos o menesteres en los que vislumbremos una salida que nos dé menos trabajo. En esos casos hagamos como hace la policía.
La policía tiene una lista de sospechosos. Van eliminando de esa lista a los que tienen coartada. Y así sólo tienen que investigar a un número más reducido. Mucho más fácil.