La familia desestructurada se suele caracterizar por el abandono de los hijos. Algo que aunque parezca increíble se da cada vez más, aunque de forma soslayada, en las demás familias, llamémoslas integradas en la sociedad.
Esta sociedad actual obliga a muchas familias a que ambos cónyuges trabajen durante muchas horas fuera de casa, para poder así mantener un tren de vida de más calidad, según ellos, o incluso simplemente para sobrevivir y poder llegar a fin de mes, pagar la hipoteca, las facturas, los gastos de la casa, los alimentos, la ropa, la educación de los niños,… Son tantos gastos que obligan a ambos padres a ausentarse del hogar y lo que más importante de la vida de sus hijos.
Estos hijos están creciendo con grandes carencias emocionales. Niños que están siendo educados casi exclusivamente por los centros educativos o en el mejor de los casos por los abuelos. Abuelos que suelen malcriarlos consintiéndoles todo, dándoles todos los caprichos, no enseñándoles a tolerar la frustración o a postergar las gratificaciones. Y muchas veces no tienen los mismos criterios educativos de los padres y confunden al niño al recibir mensajes contradictorios.
La educación social del niño es una de las tareas más importantes de la familia. La familia es el primer encuentro del recién nacido con la sociedad, en ella aprende los valores y las costumbres propias de cada sociedad. En ella aprenden las habilidades que serán la base para sus relaciones, comprender a los otros, comunicarse con ellos, manejar conflictos, construir lazos, colaborar,…
Aprenden también a conocerse a sí mismos y a explorar a través del vínculo del apego, ganando autoconfianza, teniendo una autovaloración positiva y sabiendo autorregularse: autocontrol, confianza, adaptabilidad. Aprendiendo a motivarse, con optimismo, impulso de logro, compromiso e iniciativa.
Todas estas habilidades sociales e intrapersonales, tan necesarias para el éxito social, como luego veremos, son cada vez menos impartidas por la familia. No hay tiempo. Es más importante ganar unos euros más que pertrechar a nuestras nuevas generaciones de las herramientas que les hagan más felices y les capaciten para triunfar en la vida.