Sentirse inspirado por algo o alguien dispara tu atención y dirige la imaginación y la espontaneidad.
Las emociones positivas propician la creatividad. Tenemos la mente más abierta y ampliamos nuestros enfoques.
La inspiración se encuentra en el cambio, en vivir emocionalmente en ambientes inusuales, donde la mente se ve obligada a realizar asociaciones que no haría en circunstancias normales.