Los padres de estos niños, más difíciles, deberán dedicarle un tiempo, mínimo 20 minutos, para hacer actividades especiales con sus hijos para recibir los beneficios de la atención positiva, que suelen recibir demasiada atención negativa y crítica por parte de los docentes, pares y familiares.
Con el resto de los niños esta técnica es también muy beneficiosa, aunque bastaría con dedicarle un tiempo especial dos o tres veces por semana.