Y allí, Alfonso V les hizo algunos juegos llenos de romanticismo, donde los trucos sucedían por la magia del amor de la pareja.
- Como fue el truco de las dos cartas firmadas que se pierden en distintos lugares de la baraja para acabar mágicamente juntas, pero juntas juntas; literalmente unidas. Y además, ambas cartas cogidas de la mano como los dos enamorados espectadores.
- Acabamos con un regalo de globoflexia, dos tiernos ositos abrazados en un corazón.
- Y de remate, el truco final, el momento tan esperado por el nervioso novio. La carta favorita de la espectadora aparecía constantemente. Estas cartas acabaron transformándose, por la influencia mágica del novio, en un mensaje, «QUIERES CASARTE CONMIGO?».
Casi por arte de magia ya estaba de rodillas con un precioso anillo entre sus manos postrado ante la sorprendida y emocionada chica. Un sí y un largo y emotivo beso fue el final feliz de este poco habitual show.
MAGIA ROMÁNTICA PARA PEDIDA DE MANO
En esta época donde le damos más importancia a las desgracias, que siempre ocurren y siempre ocurrirán, y a los aspectos negativos de la vida, nos reconforta saber que todavía hay sitio para el amor.
Estas actuaciones nos cargan de energía. Los días anteriores de preparación, el ensayo, la adrenalina del show y finalmente el regocijo de haber formado parte de un día tan bonito.
Está en nuestra mano repartir amor por el mundo; así que manos a la obra, porque el amor es magia.