Veamos un ejemplo clásico: Los donuts de Bimbo.
Estos son sus ingredientes:
Harina de trigo, agua, grasa vegetal de palma, trehalosa, azúcar, levadura, jarabe de glucosa y fructosa, huevo líquido pasteurizado, emulgentes (E 471, lecitina de girasol, E 481, E 472e), sal, dextrosa, gluten de trigo, harina de soja, estabilizantes (E 412, E 406, E 407, E 341i), leche desnatada en polvo, almidón, aromas, conservador (E 202), corrector de la acidez (E 330) y agente de tratamiento de la harina (E 300).
Información nutricional (100 g):
- Valor energético: -1754 kJ / 420 kcal
- Grasas: 23 g
- Saturadas: 12 g
- Hidratos de carbono: 47 g
- Azúcares: 24 g
- Fibra alimentaria: 1,9 g
- Proteínas: 5,2 g
- Sal: 0,53 g
¿Tiene más de 5 ingredientes? No los hemos contado, pero sí, tiene millones de ingredientes y la mayoría de ellos con nombres raros. No son ingredientes que solemos usar nosotros para cocinar. Ya no haría falta seguir leyendo la etiqueta. No es un alimento nada saludable, sino todo lo contrario.
Los ingredientes se ponen en la etiqueta por orden de cantidad, primero aparecen los que están en mayor proporción.
El primer ingrediente es harina de trigo. Una harina refinada que se comporta en el organismo igual que el azúcar, sube el índice glucémico, y a la larga produce hígado graso y demás problemas.
El segundo ingrediente es agua. Perfecto, es muy saludable. Pero el agua todavía es gratis.
Continuamos, grasa vegetal de palma. Sí, el demonio. Ahora ha adquirido muy mala fama, merecida mala fama. Pero a su favor podemos decir que los demás aceites vegetales refinados son igual de malos. Aceite de girasol y demás semillas deberían evitarse en medida de la posible.
Ya hemos dicho que los ingredientes aparecen en la etiqueta según la cantidad de ellos que hay en el ¿alimento?. El azúcar aparece en quinta posición. Entonces no debe tener demasiado azúcar. Error. Los fabricantes nos enganchan vilmente. Se ríen de nosotros.
Los siguientes ingredientes son trehalosa que es azúcar; el azúcar que es azúcar; el jarabe de glucosa que es azúcar y la fructosa que también es azúcar. Si se suman todos el azúcar aparecería en primera posición, alertando así a los consumidores. ¿Por qué se ríen de nosotros? En verdad se aprovechan de nuestra ignorancia. La cantidad de azúcar del producto aparece en la etiqueta, en el apartado de información nutricional.
En este caso, Azúcares: 24 g por cada 100 g de producto. La OMS recomienda no comer más de 25 g de azúcar al día, la mitad para los niños.
Y luego aparecen un montón de aditivos, muchísimos E’s. Todos los aditivos son aprobados por las autoridades. Pero a lo largo de los años se ha descubierto que muchos de ellos acarreaban posibles enfermedades. Así que lo que creen ahora que es inocuo puede a la larga, con un consumo sostenido y masivo, derivar en problemas.
Resumiendo, el donut es un producto que su consumo mantenido en el tiempo es nocivo. No nos nutre, no tiene vitaminas, ni minerales, sólo nos aporta calorías vacías.
Haciendo el símil de un automóvil, el donut es una gasolina de pésima calidad que sí, que hace que nos movamos, pero que a la larga se carga el motor, hará que vayamos más despacio, pasemos más veces por el taller y nos dure menos tiempo el coche.
Lo único un poco bueno del donut es que tiene pequeñas trazas de huevo y leche desnatada. Mínima cantidad. Sustituye tu desayuno de dos donuts, por unos huevos revueltos y un vaso de leche, eso sí, entera.