Este verano ha sido otro verano con muchas actuaciones. Fiestas infantiles, magia en terrazas, en pubs, en fiestas patronales, campañas promocionales, restaurantes,…

Pero si hay algo que nos alegra es la magia en bodas. Y este año hemos tenido bodas, bodas y más bodas. Madrid, Majadahonda, Aranjuez, Segovia, Los Ángeles de San Rafael,…

Simpáticos novios posando con las gafas de Alfonso V

Simpáticos novios posando con las gafas de Alfonso V

El 2012 está siendo un año lleno de celebraciones y en especial destacamos la gran cantidad de bodas en las que ha actuado Alfonso V.

Parece que por fin se está poniendo de moda acompañar esta fiesta con la alegría propia de la magia y el humor.

Son clásicos los magos en comuniones y en cumpleaños, y estamos seguro que pronto lo serán también en bodas.

Y es que una boda es una fecha mágica donde se reúne toda la familia y dan rienda suelta al buen humor; una fecha en que la felicidad de los novios se trasmite a todos los invitados.

Las bodas de hoy en día son tan divertidas que un mago se siente como pez en el agua. Magia a las familiares, niños, abuelos, padrinos, novios, amigos, todos disfrutan de la magia de cerca.

Una bodas sorprendentes:

  • Este año hemos visto a novios llegar en carroza,
  • a novios partir la tarta con una espada láser al son de la música de la guerra de las galaxias.
  • Hemos visto a una novia con un traje de Agatha Ruiz de la Prada, con lo que ello supone, por mucho que os lo imaginéis nunca acertarías como era el vestido.
  • Hemos visto baile inicial con vals, pero también un rock acrobático o Chavela Vargas.
  • Invitados en chanclas, tartas de cartón piedra,…

Bodas que desbordan simpatía, en las que Alfonso V disfruta haciendo magia como si fuera un invitado más, uno conocido de toda la vida.

La magia de proximidad es la mejor opción en estos casos. Un poquito de magia a los novios que siempre están muy ocupados, el mago simula romper el vestido de la novia o cortar la corbata del novio, risas y más risas.

Magia en el cóctel, durante el convite, entre plato y plato, en los postres o durante el baile. Cualquier oportunidad es buena para repartir un poquito de felicidad.

Alfonso V seguirá poniéndose sus mejores galas para seguir divirtiendo a los invitados de las próximas bodas que estamos seguros pronto vendrán.