Este verano del 2012 hemos tenido la oportunidad de pasar una velada inolvidable con los mayores de Villarejo de Salvanés, uno de los bellos pueblos de Madrid en la comarca de Las Vegas.
Como todos los años el ayuntamiento de Villarejo de Salvanés celebra una fiesta especial para la tercera edad. Y en esta ocasión quisieron contar con la magia y el humor de Alfonso V.
Una vez que el sol de agosto dio un poco de tregua, decenas de ancianos de la localidad se dieron cita en el centro de mayores. Tras un tentempié, unos refrescos y un vinito de la tierra dio comienzo el espectáculo.
Al cabo del año Alfonso V hace más de 200 shows para todos los públicos, shows para adultos, para niños, magia familiar y también no pueden faltar los espectáculos para residencias y personas de la tercera edad.
Por supuesto que el tipo de magia se adapta en función del público. En este caso comenzamos con magia visual acompañada con música para pasar seguidamente a los juegos de humor y participación.
Sí, porque a los ancianos también les gusta participar. Son un poco más cautelosos pero están deseando reírse y disfrutar.
El show terminó con un sorteo de productos de la tierra y algunos de las esculturas de globoflexia de Alfonso V. Algo que nos hace sentir muy bien es que entre elegir vino y aceite de Villarejo prefirieron los globos.
Y no lo decimos por vanagloria sino porque los ancianos demuestran que son todo amor. En lugar de quedarse el vino para ellos y el aceite para cocinar prefieren llevarles un regalo a sus nietos. Les gusta repartir felicidad, saben lo contentos que se van a poner los niños con estas exclusivas figuras de dibujos animados hechos únicamente con globos.
No podemos negarlo, nos gusta actuar. Nos divertimos como enanos llevando la ilusión y las risas a todos los rincones de Madrid y España.
Pero tenemos unos públicos más favoritos que otros. Hay espectadores para los que actuar es muy cómodo, muy sencillo, un éxito garantizado. Los niños son un público más difícil pero es maravilloso cuando se les sabe llevar y entran en el mundo de la magia que les proponemos, la cara de felicidad de un niño no tiene precio.
Pero aún así, nuestro público predilecto son los ancianos. Cuesta hacerles entrar en el show, hay que esforzarse más para que participen y jueguen. Pero una vez que lo logramos el resultado es de lo más halagador para nosotros.
Unas personas que reparten tanto amor a sus hijos, a sus nietos, a sus amigos, merecen toda nuestra atención y nos encanta regalarles aunque sólo sea unos momentos de satisfacción y esparcimiento.
Desde aquí os invitamos a todos a que seamos más atentos y cariñosos con nuestros mayores, aunque sólo sea regalándoles nuestra sonrisa.