Un buen principio para cultivar las emociones positivas es analizar qué tipo de pensamientos y acciones te provocan estas emociones positivas. Tener esto muy claro para así poder generarlas cuando necesitemos sentirnos bien, entusiasmados o en calma.
Otra idea es crear un portafolio en tu computadora con imágenes que te provoquen estas emociones:
- fotografías de personas,
- vivencias o lugares,
- música,
- citas o lecturas o
- cualquier elemento que te permitan transformar tu estado emocional.
Desterrar las emociones negativas y sustituirlas por otras más positivas está en nuestras manos. O mejor dicho, en nuestras mentes.
Un simple recuerdo, volver a pensar en algo que nos hizo sentir bien, nos hace más proclives a los sentimientos positivos.