Se utiliza para conseguir un cambio rápido en una conducta. Cuando se comporta mal, el niño debe realizar la conducta correcta por lo menos diez veces seguidas o durante veinte minutos.
Por ejemplo, si el niño al llegar del cole deja la libros y la chaqueta tirados, se le hará volver a entrar 10 veces a casa de forma adecuada, saludar cordialmente, guardando los libros y colgando la chaqueta.
Antes de aplicar la técnica daremos un aviso. “La próxima vez que hagas eso (conducta indeseada). Lo realizarás (conducta deseada) bien 10 veces seguidas”.
Se obligará a hacer la sobrecorrección de manera firme y tranquila, con paciencia lo conseguiremos.
Y luego elogiaremos y reforzaremos el esfuerzo al realizar correctamente la conducta.