puzzle de la T #1

¿Por qué no dijimos nada del pollito? Porque nos daba vergüenza. Quizás seamos los únicos que vemos en esa imagen un pollito. Nuestra imaginación es así de desbordante; o tal vez sería mejor decir, así de simple.

Con las piezas del puzle de la T se pueden formar decenas y decenas de figuras. Algunas que representan objetos de la realidad y otras algo más abstractas. Tan sólo depende de lo abierta que sea tu mente. Y ésta será más abierta según la hayas preparado, la hayas trabajado, aunque sea con pasatiempos que puedan parecer triviales como éstos. Cuando una mente se abre, se abre para todo. Y es entonces cuando le sacamos el jugo a nuestro cerebro para resolver los problemas realmente importantes; siendo capaces de ver las dificultades desde otras perspectivas que las mentes acostumbradas a la molicie no ven. Encontrando así las soluciones óptimas, más originales.

Próximamente veremos el puzle de la T #2. Aunque tal vez esas figuras ya se te hayan ocurrido a ti. Con tanta tes vamos a acabar cantando como si fuéramos Carlinhos Brown.