CREANDO PATRONES

La mente humana, la reflexiva, la que se encarga del aprendizaje, la más reciente evolutivamente hablando es la parte activa, que más trabaja cuando aprendemos algo, cuando creamos.

Es la parte que trabaja cuando creamos los surcos que automatizan el pensamiento, los llamados patrones de pensamiento. Una vez establecidos firmemente esos patrones, la mente pensante deja paso a la mente automática, inconsciente.

Cuando estamos aprendiendo, o creando, las conexiones sinápticas de la corteza se multiplican.

cerebro creando patronesEl ser humano muestra su potencial, que le ha hecho destacar sobre el resto de los animales, su capacidad superior de aprendizaje. Una vez el conocimiento ya está asimilado y forma parte del ser, la mente reflexiva descansa, y libera conexiones y neuronas para que puedan ser aprovechadas para otras tareas.

Pero si no hay nuevas tareas conseguiremos que la mente se anquilose, las neuronas mueran, las conexiones sinápticas se destruyan. Si no usamos las neuronas para que gastar nuestras limitadas energías en ellas.

Estos surcos creados en nuestros cerebros, estos patrones, nos dan una sensación de seguridad. Pensamos que nuestra mente es capaz de resolver problemas dificilísimos de una forma muy rápida y eficaz. Pero eso sólo es una quimera. Siempre estamos resolviendo el mismo problema, o variantes del mismo problema.

Es más, nuestra mente humana, como ya hemos dicho antes, la que nos diferencia de los animales, no trabaja. Si la mente humana no trabaja, se debilita, se pierden neuronas y conexiones entre ellas.

Tenemos 100.000 millones de neuronas y cada una de ellas puede tener 1000 conexiones. La mente es como el cuerpo, sino se ejercita se debilita. No basta con hacer nuestros ejercicios mecánicos, con resolver nuestros problemas habituales de la manera habitual, la mente sigue debilitándose.

Pero no sólo es la sociedad actual con la educación estandarizada la que nos empuja a pensar de forma uniforme, escasa y poco críticamente. También antiguamente cuando los conocimientos se transmitían de forma oral, de padres a hijos, de maestros a discípulos, restringían nuestra libertad de pensamiento.

Unas veces promoviendo la incultura y otras veces con el latiguillo de “siempre ha sido así”, el pensamiento libre del ser humano ha sido reprimido. El cuento de los monos y los plátanos es un buen ejemplo:

Continuará.

Acerca de magomadrid

Alfonso V, mago Madrid. Más de 20 años como ilusionista profesional. Impactante, cómico, original. ¡Te felicitarán! Alfonso Quinto
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