Podemos resumir que el cerebro está formado por tres cerebros:
- El cerebro reptiliano, se encarga de los movimientos inconscientes, respirar, el latido del corazón, los reflejos,…
- El sistema límbico, gestiona las respuestas fisiológicas frente a los estímulos emocionales, presente en los animales más evolucionados.
- Y por último el neocórtex o cerebro racional.
Cuando aprendemos cosas nuevas, que ocurre sobre todo cuando somos pequeños, el neocórtex entra en acción, el número de neuronas en uso crecen, las conexiones sinápticas se multiplican, las dendritas aumentan. La mente está muy activa. Preparada para nuevos aprendizajes.
La mente es el recipiente más grande que existe. Cuando en un vaso echamos agua, cuanto más agua echemos menos cabe, es lógico. Pero en la mente cuanto más metemos más cabe. La mente es así de mágica.
Pongamos un ejemplo de aprendizaje: la conducción de un automóvil.
Cuando estamos aprendiendo a conducir, la mente humana, la capa exterior del cerebro, está trabajando muy activamente. Está disfrutando, está muy viva. Porque a la mente le encantan los retos.
Tanto esfuerzo requiere a la mente, que ésta no ve más allá de lo que está aprendiendo, está pendiente de las marchas, de los pies, de los pedales, tan pendiente que no ve, no ve el stop, no ve el paso de cebra, ni tan siquiera el peatón que lo está cruzando.
Pero al cabo del tiempo, después de mucho esfuerzo, aprendemos. Tanto tiempo es necesario que durante un año llevamos la L de aprendices. Y ahora ya sí, la conducción está automatizada, la mente ha creado su patrones, los surcos son profundos, tan profundos que para nosotros conducir ya no requiere ningún esfuerzo.
Es más, podemos conducir y hacer otras actividades absorbentes a la vez. Podemos conducir y mantener una charla con el copiloto o por el móvil.
Al automatizar los pensamientos, estos pasan a capas más internas de cerebro. Liberando la corteza para nuevos usos, para seguir aprendiendo, para hacer lo que realmente nos hace humanos. Y en el transcurso hemos conseguido tener una mente más ágil y abierta.