El juego de las diferencias suele presentarse como un juego individual, un mero pasatiempo para hacer cuando estamos solos. Es divertido, claro que sí, pero falta el componente social. ¿Cómo hemos adaptado en Mago Madrid este entretenimiento pasivo en algo apto para fiestas infantiles? Pues dándole un aspecto competitivo. Lo hemos convertido en un concurso por equipos. Ahora sí que conseguimos enganchar a los niños, ¿verdad?.
Como padres y madres nos gusta que los niños jueguen y se diviertan en las fiestas infantiles que preparamos. Si les dejamos libertad harán juegos que derivarán hacia el caos, con las consecuencias que esto acarrea. Los juegos serán cada vez más alocados, pudiendo en casos extremos romper cosas o haciendo llorar a alguno de ellos. Por eso hemos pensado en esta herramienta, un juego que les atraiga, ya que tiene el ingrediente competitivo, tipo concurso de la tele, y además sea tranquilo. Así conseguimos un momento de relax, un poco de paz en la fiesta, que será bienvenido por padres y madres, que fliparán viendo a sus hijos bien sentaditos y atentos a una actividad intelectual.
El concurso del juego de las diferencias consiste en hacer varios equipos, según el número de niños. En cada equipo habrá un capitán. El presentador, será uno de los padres, hermano mayor o monitor contratado ad hoc, será quien haga entrega de una hoja impresa con el mismo juego de las diferencias a cada equipo. A su orden empezarán a resolverlo. Cuando un equipo lo complete el capitán irá corriendo hacia el presentador para dar su solución. En caso de que dos niños lleguen corriendo a la vez, el vencedor será quien lo entregue primero. El presentador comprobará el resultado y declarará vencedor si es correcto, o dirá que siga el juego si ha habido fallos.
Los materiales no pueden ser más simples:
- Hojas impresas con juegos de las diferencias. Una hoja de cada juego de las diferencias para cada equipo. Y por lo menos tres dibujos distintos.
- Lápices para señalar las diferencias. Ikea los vende muy baratos.
- Silbato para dar inicio y fin al juego.
- Cronómetro. Por si queremos dar un tiempo límite. Por ejemplo, si en un minuto no lo han resuelto del todo, recogeremos las hojas y daremos como vencedor al equipo que haya señalado más diferencias.
- Tablero para ir apuntando los resultados.
En nuestras fiestas infantiles alternamos este tipo de juegos de lápiz y papel, los que llamamos cariñosamente juegos de tranquilidad, con otros más activos, donde los pequeños se desfoguen. Así siempre mantenemos el control.
No lo presentamos como un gymkana, sino como un concurso de la televisión, con distintas pruebas. Y vamos llevando un marcador con las puntuaciones de cada juego. A los niños les gusta competir, y si además los juegos tienen una vertiente educativa que fomente sus conocimientos o sus habilidades mentales o manuales, estaremos haciendo que sus tiempos lúdicos lo sean también de crecimiento personal.
Los juegos de las diferencias que presentamos aquí son rescatados de la red. Los hemos encontrado navegando y los hemos echado a bordo. Son muy fáciles, pero son también aptos para niños mayores. Porque el juego no sólo reside en encontrar las diferencias, que puede resultar sencillo para niños a partir de 9 años. Además consiste en ser más rápido que los otros equipos. Así el juego es más dinámico. Hay otras imágenes que nos llevaría mucho tiempo resolver. Nosotros preferimos que en ese mismo tiempo hagan dos o tres. Son los tiempos que nos han tocado vivir, los tiempos del zapping, del videoclip, de la aceleración. Tan acelerados que ya el artículo de hoy toca a su fin.
Seguiremos pronto dando más ideas para fiestas.