La mayoría de la sociedad pretende adelgazar, librarse de los excesos de grasa que la ingesta de ultraprocesados mantenida durante años y años ha provocado. Su objetivo es que la báscula cada vez nos diga un número menor. La lucha por reducir kilos.
Pero hay unos pocos que quieren ganar peso. Es lo que en el mundo fitness se conoce como etapa de volumen. El objetivo es ganar músculo, aunque es inevitable ganar también grasa. El objetivo es crecer. Para ello tienen un superávit calórico sostenido. Comen más calorías de las que gastan. Entrenan más duramente si cabe para intentar que el exceso de calorías se convierta en músculo. Pero también, ineludiblemente, ganarán tejido adiposo.
Esta grasa deberán perderla posteriormente en otra etapa más restrictiva, la etapa de definición. Algo más parecido a las dietas que han seguido el resto de los mortales en alguna ocasión. Habrá déficit calórico y se perderá peso. El objetivo es perder la grasa e intentar conservar la mayor cantidad de músculo ganada en la fase anterior.
Es primordial en ambas fases el consumo suficiente de proteínas, la base del tejido muscular. En la etapa de definición, para mantener el músculo. Y en la fase de volumen, para construir nuevas fibras musculares y reparar las dañadas con el estrés del ejercicio. En volumen hay que aumentar significativamente el consumo de proteínas.
Solo recordar que la meta del crecimiento muscular está bien para los profesionales, los culturistas, o los enfermos de la estética. Las personas comunes se deben contentar con tener una musculatura suficiente, conseguida con el entrenamiento regular de ejercicios de fuerza. Esta musculatura nos ayuda a estar más sanos.
El objetivo entonces debe ser el mantenimiento. Aquí es donde viene la fase más importante, la fase de mantenimiento. Nada de subir de peso excesivamente ni de restricciones abusivas de calorías.
La meta es tener una composición corporal sostenible en el tiempo, sin esfuerzo, mantenerse con una alimentación sencilla de comida real con suficientes proteínas, frutas y verduras, y ejercicio suficiente, sobre todo de fuerza.
Cuando obtengas tu recomposición corporal olvídate de las fases de volumen o definición. Permanece en la fase de mantenimiento.