La pirámide alimentaria o nutricional, como vemos en la imagen, nos dice gráficamente la proporción de los alimentos que debemos consumir para que tengamos una alimentación saludable.
En la base siguen estando los cereales, ¿por qué? ¿Por qué los organismos oficiales nos recomiendan comer tantos cereales?
En su origen, 1970 en Suecia, se pusiseron en la base de la pirámide los alimentos más baratos, para así poder llegar a toda la población. No se primaba el valor nutricional.
De hecho hasta hace muy pocos años la base eran harinas refinadas: pastas, galletas, panes, cereales de desayuno.
Esto lo han solucionado, ahora recomiendan cereales integrales. Bien por ellos. Y han añadido legumbres. Bien.
Pero los cereales nunca pueden ser nuestra base de la alimentación. Es preferible intercambiar este escalón por el de frutas y verduras que sí son los que dictan nuestra verdadera salud.
Comer cinco piezas de frutas y verduras. Verduras en cada una de las comidas principales, bien.
El siguiente escalón, los lácteos. ¿En serio? ¿No sería mejor poner antes huevos, carnes magras, pescados y mariscos? ¿Hay que tomar además 3 lácteos diarios?
Llámame mal pensado, pero aquí hay lobbies de por medio. Los lácteos no deben priorizar nunca al resto de las proteínas. Así que este escalón debería pasar arriba.
Dentro de las carnes y pescados han puesto nuevamente las legumbres. No está mal, así, si cuela, conseguimos que se tomen más. Las legumbres son fundamentales. Los veganos las toman un par de veces al día como mínimo. Bien.
Y ya el resto es puro despropósito, nos recomiendan tomar embutidos y carnes procesadas y beber alcohol y dulces y bollería y…
Un organismo oficial jamás debe recomendar, aunque sea ocasionalmente estos productos. Que la gente los tome si quiere, bajo su conciencia, pero que no se escuden en que están en la pirámide alimenticia y que los propios gobiernos los fomentan.
El alcohol, no es saludable, ni una copa, ni media. El consumo mantenido de embutidos y carnes procesadas está demostrado que produce hasta cáncer, y lo saben. No deben recomendar su consumo. Y el apartado de dulces y bollerías, superazucarados, con grasas trans, llenos de harinas refinadas, no deberían aparecer en la pirámide.
¡Es una vergüenza! La industria manda en los gobiernos.
No es necesario que aparezcan estos productos nocivos. La gente los tomará igualmente.
La gente ya se encarga de descubrir productos que le hacen daño y consumirlos. La gente fuma sin que ningún gobierno recomiende fumar. ¿Por qué nos recomiendan entonces el alcohol, las carnes procesadas, embutidos, dulces?
Se escudan en la palabra moderado u ocasional. Claro, toma cosas dañiñas con moderación.
Y como suplementos recomiendan, perdona que me da la risa, levadura de cerveza.
¡Viva España!