No hay que conformarse con dar la primera solución que nos venga a la mente. Porque como venimos diciendo de forma repetida todos pensamos igual. Esa misma solución que se nos ha ocurrido a nosotros se les ha ocurrido al resto de las personas.

Y además, alguien quizás esté más especializado y tenga más experiencia, con los patrones mentales más desarrollados, y den algunos pequeños matices que hagan que sus soluciones sean ligeramente mejores.

Luis Piedrahita

Pero todo el mundo no piensa así. Hay ciertas profesiones que necesitan más creatividad. Pongamos por caso el de un guionista de cine. Si el guionista escribiera lo primero que le viene a la mente, la película resultante sería un fracaso. Todo el mundo prevería lo que va a ocurrir a continuación, no habría sorpresas, a nadie le gustaría la película. En las películas deben suceder cosas inesperadas, debe haber giros argumentales, sorpresas.

Un amigo que es humoristaLuis Piedrahita, cuando se presentó a un concurso como guionista para televisión en el Club de la Comedia, me dijo: “Seguro que me cogen”.

Yo pensé que era un poco engreído, hasta que me explicó el porqué. Me dijo que le habían pedido un monólogo de humor sobre aviones. Y que todo el mundo iba a escribir sobre lo mismo, sobre la pérdida de las maletas, sobre el retraso, sobre las azafatas moviendo los brazos,…

Y que él había desestimado todas esas ideas y había seguido pensando y pensando hasta llegar a otras más originales, más inesperadas por tanto, más sorprendentes y por ende más graciosas. Ni que decir tiene que le cogieron como guionista.

Lo mismo tenemos que hacer con nuestros problemas, intentar otras soluciones y otras y otras. Hasta que hallemos otra mejor a la que siempre hemos estado usando.

En el peor de los casos no encontraremos la solución mejor, pero por el camino hemos conseguido ejercitar nuestra mente, crear nuevos surcos. Surcos que luego serán útiles para la resolución de futuros problemas.