Son la base del proyecto fin de carrera del Máster en Psicología Infantil desarrollado por Alfonso Quinto durante este último año y medio.
Este pequeño trabajo está pensado con fines educativos. En él vamos a crear unos talleres de magia para niños a partir de 6-7 años que integren el pensamiento creativo, la inteligencia emocional y el ilusionismo.
Los niños aman la magia. Les encanta ver magia y aprender magia. Los talleres de magia son muy demandados en la actualidad. Queremos aprovechar esta posibilidad de acercarnos a los pequeños para enseñarles algo más que simples trucos o divertimentos.
Les enseñaremos a pensar de forma diferente, como hacen los magos. Una forma de pensar parecida al pensamiento lateral que les ayudará a resolver sus problemas de forma distinta al resto de las personas.
A la vez inculcaremos a los niños los conceptos de la inteligencia emocional de forma integrada con los juegos de magia que aprendan. Sin esfuerzo aprenderán y practicarán las nociones necesarias para fortalecer este aspecto de la enseñanza tan olvidado por nuestro sistema educativo.
Para empezar intentaremos demostrar la existencia del pensamiento único. Todos pensamos de igual manera debido a la enseñanza obligatoria que nos es impuesta.
Daremos herramientas para desarrollar un pensamiento alternativo, más creativo, practicando con juegos de lógica y problemas de ingenio. Siempre a través del juego.
Seguiremos demostrando que al estudiar magia estaremos aprendiendo también los mismos mecanismos que se usan para resolver los problemas de forma creativa y original.
Daremos unas nociones básicas sobre inteligencia emocional. Enseñaremos a los niños a conocer sus emociones y mejorar sus actitudes intrapersonales e interpersonales.
Y por último explicaremos una serie de juegos de magia que impartiremos en los talleres y cursos para potenciar los valores de la inteligencia emocional y el desarrollo del pensamiento mágico.
Sólo pretendemos crear la base para seguir trabajando y profundizar con el tiempo para crear un programa que vaya más allá de unos meros talleres y puedan convertirse en cursos de magia para impartir en colegios como actividades extraescolares, centros culturales, bibliotecas,…