Adelgazar es uno de los principales propósitos de gran parte de la población occidental. Donde tristemente fracasan año tras año.
Tenemos una sociedad obesogénica con productos ultraprocesados que inundan nuestros armarios y neveras. La tarea de adelgazar es un gran reto. ¿Pero para qué queremos adelgazar?
Adelgazar es una de las palabras más buscadas en google. Y en épocas como finales de primavera se disparan sus búsquedas, un poco antes del verano. Esto nos hace pensar en el mundo en el que vivimos. La prioridad no es adelgazar por salud, es adelgazar por estética, por vernos guapos en las playas. Así nos va.
Si tienes obesidad o sobrepeso debes adelgazar, por salud, por tu salud. Los efectos del exceso de peso derivan a lo largo de los años en enfermedades crónicas que hacen que tu vida, aunque larga porque el sistema sanitario es mejor, sea una vida achacosa y con grandes limitaciones físicas.
Si ya tienes normopeso o eres delgado lógicamente no debes adelgazar, igualmente por salud. No todo el mundo tiene que perder peso. Hay gente que se cuida y otros que tienen un metabolismo tan activo que les hace quemar todo lo que comen.
Para adelgazar hay que seguir una serie de medidas. Motivación para empezar, disciplina para continuar y constancia para llegar a tus objetivos, la recomposición corporal que cambie grasa por músculo.
Los pasos a seguir por orden de importancia son:
- Tener déficit calórico. Es decir, consumir menos calorías de las que gastas durante el día. Así seguro que se adelgaza. Si sigues engordando es porque estás comiendo más de la cuenta y/o teniendo menos actividad física de la necesaria. Ajusta estos parámetros para conseguir empezar a adelgazar. No hace falta tener aplicaciones que cuentan las calorías de los alimentos que tomas o las que quemas durante el deporte.
- Cambia los ultraprocesados por comida real. Comida más saciante y menos calórica que la hiperpalatable comida de la industria. Frutas, verduras, carnes, pescados, legumbres, frutos secos,… Seguro que empiezas a adelgazar. Ojo con tomarte un kilo de nueces de una sentada, el exceso de comida real también engorda. Pero si haces que la mitad de tu plato sean frutas y verduras ya vas por buen camino.
- Al tener déficit calórico estamos tomando menos calorías, por tanto hay que asegurarse de tomar los suficientes nutrientes, gracias a la comida real no habrá problemas al respecto.
- No te olvides de las proteínas. El mayor problema de las dietas mal confeccionadas es que se pierde peso, sí, pero se pierde gran masa muscular. Y debemos perder grasa. Para ello el aporte de proteínas debe estar garantizado. Carnes, pescados, huevos, leche, legumbres,…
- Hay que hacer ejercicios físicos, sobre todo de fuerza. Así conseguiremos limitar la perdida de masa muscular durante el proceso de pérdida de peso. Trabajar con pesas o con tu propio peso corporal.
- Hay que descansar. El estrés y la falta de dormir provocan que engordemos. Duerme un mínimo de 7 horas y tómate la vida más a la ligera.
- Y por último ten en cuenta que adelgazar lleva su tiempo. Paciencia. Si has engordado 10 kilos en los últimos 10 años, no pienses que será razonable perderlos en un par de meses. Poco a poco, déficit calórico, comida real, ejercicios de fuerza, descanso y tiempo, dale tiempo y no te arrepentirás.
Adelgazar te hará ganar salud. Te hará más activo, con más energía. Estarás más descansado. Y, para los coquetos, podrás ponerte ropa o vestidos más ajustados.
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