LOS YOGURES DE SABORES

Sí, hoy hablaremos de los yogures de sabores y demás postres lácteos, con su azúcar añadido y sus aditivos controvertidos.

yogures de sabores

Pongamos ejemplos:

El clásico yogur de fresa, perdón, sabor fresa, porque fresa no lleva en ningún lado. Bueno, sí, hay un dibujo de una fresa en la tapa.

Azúcar, 12,5 g por cada 100, cuando lo habitual del yogur natural es 4 g. Una barbaridad.

Y fresa no tiene, tiene aroma a fresa. Son aromatizantes artificiales, productos químicos como los ésteres que…, es mejor no profundizar en ellos. Son químicos prescindibles, que le pongan fresa y se dejen de aromas y demás tonterías.

Además estos sabores son exacerbados. Nos hacen creer que la fresa sabe así, que las frutas saben como los yogures. Y no es verdad, la comida real no tiene tanto sabor. Estamos atrofiando a nuestro paladar que no degustará luego apropiadamente una buena pieza de fruta.

Ahora dicen mucho frases como “es que la fruta de ahora no sabe como la de antes”. Sabe igual, el problema somos nosotros, tenemos las papilas gustativas mal acostumbradas a sabores artificiales que son más agresivos y potentes.

Deja de tomar ultraprocesados y químicos añadidos sin fundamento y en poco tiempo volverás a degustar la comida como lo hacían nuestros ancestros. Te sabrá la comida real más rica y descubrirás matices de sabores. Hasta un pimiento rojo te parecerá muy dulce.

Volvamos a nuestro yogur de fresa, perdón, de sabor a fresa. Nos falta el colorante, para ello utilizan carmín. Carmín, es un nombre que mola, ¿verdad? Pues el carmín se obtiene de un insecto, de la cochinilla. Nuestro yogur está enriquecido no solo con azúcar o químicos para darle sabor, también tiene insectos.

En realidad el carmín, E120, es de origen natural, de origen animal, pero es potencialmente peligroso.

Los aditivos se dividen en tres tipos: no nocivo, sospechoso y peligroso. El carmín es peligroso.

Un yogur de sabor a fresa es un yogur normal y corriente, hasta ahí todo bien, al que le han añadido azúcar para contentar a nuestra mal educado paladar, y para que tenga color y sabor a fresa le añaden colorante y saborizante artificial. Y de fresa ni rastro.

¿Quieres un yogur de fresa? Tomate un yogur normal y añádele trocitos de fresa, de la verdadera. Venden la fresa ya congelada para que no tengas excusa.

Veamos ahora otros lácteos.

Ésta es la composición de una natilla de chocolate:

Leche semidesnatada, azúcar, chocolate (2,2%) [azúcar, pasta de cacao, cacao en polvo desgrasado, emulgente (lecitina de soja) y aroma (vainillina)], almidón modificado de maíz, sólidos lácteos, cacao en polvo (2,2%), almidón de maíz, estabilizante (E 450) y espesante (carragenanos).

Azúcares 17,5 g por cada 100.

Veamos ahora un flan:

Leche, azúcar, caramelo, sólidos lácteos, almidón de maíz, leche desnatada en polvo, estabilizador (E-407), aroma, y colorantes naturales (annato y curcumina)

Azúcar 18,6 g por cada 100

No son buenos, nuestros niños no deben tomarlos. La cantidad de azúcar es indecente, tienen muchos químicos no necesarios. De acuerdo que no todos son sospechosos o nocivos, pero sí hay algunos que mejor evitar: El E-407 no mola, el E450 tampoco.

Si quieres un postre lácteo toma un yogur natural y dale sabor tú con la fruta. Si quieres unas natillas o un flan hazlo casero. No pasa nada por tomar azúcar si no es todos los días. Date un capricho y tómate un flan casero de vez en cuando. Eso sí, el resto de la comida deben ser lo más saludable posible. El efecto de este azúcar se mitiga entre la fibra y las grasas saludables de lo que has comido antes del postre.

Acerca de magomadrid

Alfonso V, mago Madrid. Más de 20 años como ilusionista profesional. Impactante, cómico, original. ¡Te felicitarán! Alfonso Quinto
Esta entrada fue publicada en Ideas para fiestas, Nutrición y Entrenamiento, Salud. Bookmark the permalink.

Los comentarios están cerrados.