El sedentarismo es una verdadera plaga en nuestra civilización. Nos pasamos todo el día sentados o acostados. Apenas nos movemos, apenas andamos, apenas hacemos actividad física y mucho menos ejercicio.
- Un hombre se levanta.
- Baja al parking del coche en ascensor.
- Se sube al coche.
- Va al parking de la oficina.
- Coge nuevamente el ascensor.
- Se sienta a trabajar, durante mínimo 8 horas.
- Si tiene algún descanso baja en ascensor a fumar y mirar las redes sociales, o a comer en el restaurante más cercano, apenas tiene tiempo.
- Llega a casa y se sienta a ver la tele, más redes sociales.
¿Cuánto habrá andado durante el día?
El fin de semana es otra cosa.
- Sale con los niños al parque, ellos con bicicletas, y el adulto con un patinete eléctrico, tampoco aquí se mueve.
- Sigue jugando con sus hijos, con la videoconsola, más tiempo sentado.
- Ve un partido de futbol, sentado. Va al cine, sentado.
- Si no usa el coche, coge el metro, usa el ascensor, las escaleras mecánicas, sentado en el vagón. O mejor aún, coge coches compartidos. ¿Por qué va a moverse cuando la sociedad le da tantos opciones para no hacerlo?
- Hace las compras online.
- O va a un centro comercial una vez por semana. Es su máxima fiesta, cuando más se mueve.
Acabamos con problemas de movilidad. Somos incapaces de hacer una simple sentadilla profunda, o de aguantar unos pocos segundos en esta posición. Nos atrofiamos. Problemas de espalda, falta de movilidad en las articulaciones, nula elasticidad,… Y lo peor de todo, la obesidad, un engordar progresivo que no tiene fin.
- Igual pasa con los niños, que ya no juegan en la calle. Prefieren hacerlo con videoconsolas. Claro que juegan con sus amigos, pero cada uno en sus respectivas casas. El ocio de los niños son las pantallas, móviles, tabletas, televisiones, consolas,… Juegan al fútbol, al FIFA. No necesitan moverse, ya no quieren moverse.
Nos estamos convirtiendo en plantas.
Compramos todo lo que nos hace la vida más cómoda, que nos simplifica la vida, hasta el punto de minimizar nuestros movimientos diarios. Tenemos todo tipo de electrodomésticos para ahorrar tiempo, magnífico. La pena es que ese tiempo ahorrado lo utilizamos para seguir sentados.
Apenas hacemos tareas del hogar. Y mucho menos los jóvenes. Ellos no son abuelas. Son modernos y la limpieza es algo de viejos. Las chicas lo ven como opresión de la sociedad machistas, ya no quieren aprender a hacer las tareas de casa. Y los chicos tampoco. Prefieren el ocio sedentario.
Tenemos lavavajillas que lavan los platos, lavadoras que lavan la ropa, secadoras que la secan, aspiradores que funcionan solos, robots de cocina, ollas eléctricas…
Tenemos mandos a distancia para, desde el sofá, manejar la tele, encender la luz, poner la música,…
Tenemos inteligencias domóticas que con una orden de nuestra voz ponen la calefacción, abren las persianas,… Todo desde nuestro querido sofá.
No hace falta ni siquiera salir a comprar se puede hacer online, te lo traen a casa. No nos movemos, no nos apetece movernos. Nos volvemos perezosos a más no poder.
MUÉVETE
El ser humano no es así. El ser humano siempre se ha movido. Era cuestión de supervivencia. Si no te movías te extinguías.
- O te movías para buscar comida
- O te movías para no ser comida.
La vida de nuestros ancestros primitivos y menos primitivos se basaba en el movimiento. Andábamos durante horas. Corríamos, saltábamos, trepábamos,… No teníamos sillas. Nuestra posición de descanso era en cuclillas.
Ahora hasta para ir al baño nos sentamos, doblando nuestros intestinos y dificultando la salida natural de las heces.
Estamos adaptados para movernos. El movimiento nos dará la salud perdida. Empecemos a subir escaleras. ¿Serías capaz de subir 10 pisos por las escaleras? Cuesta, pero se puede. Hay que estar activo.
Hay que ir andando a todos los sitios posibles. Hay que volver a salir a hacer la compra y cargarla en nuestros brazos. No usar ascensores ni escaleras mecánicas. Salir a pasear, a andar. Hay que volver a hacer tareas domésticas, cocinar.
Los trabajos de oficina tampoco ayudan. Estar 8 horas sentados en la oficina no es buena idea. Cada 45 minutos, como en el cole, haz un descanso, vendrá bien para tu mente, da un pequeño paseo. Si no te dejan tiempo para ello o tus superiores lo ven una pérdida de tiempo, entonces simplemente levántate de la silla, haz unas sentadillas, unas flexiones. Así te activarás, volverás a tener energía, a la vez que luchas contra tantas horas de sedentarismo.
Tenemos que hacer también ejercicios físicos. Dice la OMS que 30 minutos diarios de actividad moderada. O 150 minutos a la semana de actividad vigorosa basta. No me digas que no tienes 150 minutos disponibles a la semana. Si no los tienes, te daré un consejo, deja una semana las redes sociales y descubre cuanto tiempo te quitan.
La obesidad es nuestra pandemia, culpa de la mala alimentación y del sedentarismo. Come mejor, evita los productos ultraprocesados. Muévete más, evita tantas comodidades, haz deporte con los hijos y amigos.