Muchos de la aditivos que emplea la industria alimenticia en sus productos son de origen natural. Están presentes en los alimentos que hemos consumido durante miles de años.

Otros aditivos, en cambio, son obtenidos sintéticamente, no existen en el mundo animal o vegetal, son totalmente artificiales. Los estamos consumiendo desde hace muy poco tiempo, apenas unos decenios. ¿Tendrán efecto negativo en nuestro organismo? El tiempo lo dirá.

Además no es lo mismo un químico cuando está naturalmente presente que cuando se añade a otro producto. Y el mejor ejemplo lo tenemos en el azúcar.

El azúcar de la fruta y diversos alimentos reales no tiene efecto negativos para la salud. Al contrario, es una buena fuente de energía. El problema es cuando lo tomamos libre o lo añadimos a otros productos elaborados industrialmente. Los efectos negativos entonces aparecen.

¿Es un aditivo natural perjudicial? En principio no debería. Lo que suele ser perjudicial es el alimento al que acompaña. Suponemos que los aditivos naturales son más inocuos que los aditivos artificiales. Estamos más acostumbrados, evolutivamente, a su consumo.

No nos asustemos siempre que veamos E’s en productos con buena materia prima. Unos garbanzos cocidos pueden tener E-300 (ácido ascórbico). Los quimiofóbicos se quejarán, «¡Oh han puesto un antioxidante en los garbanzos de bote!». Extremistas son.

El E-300 es simplemente vitamina C. ¿Hay algo más sano que la vitamina C? Tampoco te la tomes a paladas, podrías tener hipervitaminosis. Pero con un consumo normal, no hay problema, es Vitamina C que nuestro cuerpo no puede sintetizar y necesita tomar de los alimentos.

Una simple manzana, sin procesar, recién cogida del árbol, también tienen sus E’s naturalmente presentes. No son aditivos en sí, porque no se adicionan, pero están. Os dejo una lista de los que tienen:

  • E160 colorante (caroteno),
  • E306 antioxidante (tocoferol),
  • E101 colorante (Riboflavina),
  • E300 antioxidante (ácido ascórbico),
  • E570 emulsionante (ácido esteárico),
  • E296 acidulante (ácido málico),
  • E163 colorante (antocianinas),
  • E460 estabilizante (celulosa),
  • E252 (potasio) (aquí han hecho un poco de trampa, el E252 es nitrato de potasio, que no es muy recomendable. El potasio sí lo es)

Tiene muchísimos E’s, que no aditivos, no se adicionan. ¿Es esto un alegato en favor del uso de aditivos en la industria?. No. Es un alegato en contra de la quimiofobia.

No hay que asustarse porque productos poco procesados, con buenos valores nutricionales, tengan algún aditivo.

¿Es mejor que estos productos no tengan ningún aditivo? Supongo que los aditivos que nos evitan enfermedades, algas, hongos,… son bienvenidos. Pero aquellos que sólo se utilizan para que el producto tenga mejor color, mejor textura, sean más apetecibles, son claramente prescindibles. Está en tu mano comprarlos o no. Ya sabes que la industria nos hace caso. Si no compramos un producto a pesar de su marketing agresivo, dejarán de fabricarlo. La presión popular ha hecho que Nocilla ya no use aceite de palma.

¿Pero tú que comprarías unas legumbres de bote feas porque no tienen aditivos o unas legumbres brillantes gracias a sus antioxidantes artificiales? Solemos comprar los bonitos. Y la industria lo sabe y nos prepara las legumbres con EDTA y otros aditivos, para que nuestros ojos estén contentos.

No temas a los aditivos. Teme a los productos innecesarios que los llevan.