Algunos alimentos es conveniente lavarlos, otros es obligatorio y otros no se deben lavar. ¡Vaya lío!

  • Las frutas y verduras hay que lavarlas con agua corriente para eliminar los fertilizantes, insecticidas y plaguicidas. Incluso las ecológicas deben lavarse, hay que retirar la posible capa de polvo, bacterias y demás microorganismos.

lavar-frutas-y-verduras

Aunque peles la fruta también se deben lavar, el cuchillo puede hacer que parte de los productos químicos de la piel penetren en la pulpa.

Un plátano, una mandarina, una naranja no hace falta lavarlas. A no ser que estén llenos de polvo. Pasando un trapito húmedo es suficiente.

Para limpiar las hojas de lechuga se ponen en remojo con un poco de vinagre. Así eliminamos los bichitos. Es lo que tiene la verdura ecológica, que volvemos a ver bichitos. Si la compras industrial ya vendrán limpias. Tú decides.

Lo que no se debe hacer es limpiar la lechuga con agua y unas gotas de lejía. Eran otros tiempos y otras costumbres.

Otros alimentos, como la quinoa, deben ser lavados sí o sí. La quinoa contiene un tóxico, saponina. Debe eliminarse lavándola un par de minutos. No pasa nada si hasta ahora no la has lavado, pero es mejor que empieces a hacerlo.

  • Pasemos al reino animal. ¿Se debe lavar la carne? No. Pero y si la carne tiene bacterias o como dice mi cuñada, la ha tocado el carnicero con sus manos. No pasa nada. No la vamos a consumir cruda. La vamos a cocinar. El calor acabará con las bacterias.

Por eso no se consume la carne cruda, hay que tener mucho cuidado. La carne muy poco hecha tampoco es buena idea.

¿Pero lavar la carne es perjudicial? Sí. No es que empeoren sus propiedades nutricionales u organolépticas. El problema es el de la contaminación cruzada. Al lavar la carne bajo el chorro del grifo se producen salpicaduras de agua. Aunque sean mínimas, siempre existen, aunque no las veas. Esta agua puede ir acompañada por bacterias patógenas y microbios. Y luego al preparar el resto de alimentos, en ese espacio, las bacterias campan a sus anchas contaminado tu ensalada, tus verduras, tu pan.

  • El pescado, al igual que la carne, mejor no lavarlo, para evitar la contaminación cruzada. Cuando te lo limpian y evisceran en la pescadería ya lo lavan ellos.
  • El huevo no debe lavarse. La cáscara es porosa y al lavarlo penetraría el contenido de la cáscara en el interior. Los huevos ya suelen venir limpios. Si no fuera así límpialos con un paño o un cepillo.
  • Las legumbres deben ser lavadas. De hecho lo son al ponerse en remojo. Luego el agua se desecha. Las legumbres de los supermercados ya vienen limpias. Es muy raro encontrar una piedrita o un bicho.
  • El arroz es conveniente lavarlo, sobre todo el integral, para eliminar parte del arsenio.

Resumiendo, lava frutas y verduras. Y no lo hagas en carnes, pescados y huevo. Ten mucho cuidado con la contaminación cruzada.