Puedes llevarlos encima como un snack saludable. Échalos en tu bolso o mochila, junto a unas mandarinas, una manzana o un plátano. Tendrás comida para una emergencia. Y no tendrás que recurrir a las insanas máquinas de vending.
Veamos sus macronutrientes:
Ricos en grasas saludables, aportan proteína vegetal (igual que las legumbres), ricos en fibra, bajos en hidratos de carbono.
Debido a su alto contenido en grasas son muy calóricos. Hay que consumirlos con moderación, un puñado o dos basta para obtener sus enormes beneficios sin sufrir aumento de peso.
Te doy dos buenas noticias:
- El hecho de ser ricos en fibra y grasas los hacen muy saciantes.
- No todas las grasas de los frutos consumidos son absorbidos por el organismo. En la práctica tienen pues menos de 9Kcal.
Como consejo para no comer más frutos secos de la cuenta, coge el puñado que vayas a tomar y deja la bolsa lejos. Además no los tomes con mucha hambre. Toma primero otros alimentos, como frutas y verduras, junto con una fuente de proteínas y unos pocos hidratos de carbono, y resérvalos para el final. Estarás más lleno y sólo comerás los necesarios.
También son excelentes para mezclar con el yogur, en las ensaladas, junto a la avena en el desayuno, combinadas con un plátano,…
En el cine, lleva tus propios frutos secos, y deja las palomitas en la tienda. Te ahorrarás mucho dinero, ganarás en salud y además, están tan ricos…
Importante, deben ser crudos, al natural, o en su defecto tostados. Nunca hay que tomarlos fritos.
Al freír los frutos secos se usan aceites de pésima calidad, vegetales refinados, son proinflamatorios y aumentan la ingesta calórica, además de haberse cargado en el proceso todos los antioxidantes y toda la vitamina E. Las grasas saludables se deterioran. Evita los fritos.
Los tostados, debido a la temperatura de cocinado, pierden algunas propiedades: deterioro de grasas y pérdida parcial de antioxidantes. Los macronutrientes se mantienen intactos.
No se obtienen tantos beneficios como los frutos secos al natural, pero no están mal. Tienen mejor sabor, y se consigue más adherencia, y que más personas los tomen. Además duran más tiempo sin ponerse blandengues.
No hay que ser extremistas. Si llevas una alimentación de comida real obtendrás suficientes beneficios de los frutos secos tostados. Si comes muchas porquerías es mejor que los tomes al natural, tendrás el 100% de micronutrientes. Pero dudo que lo hagas, si estás acostumbrado al supersabor de los ultraprocesados, dudo que te gusten los frutos secos crudos. Pero todo es empezar. Y educar el paladar.
Otra cosa a evitar es la sal. Intenta que no tengan sal añadida, en su caso, que sea mínima. En occidente se toma demasiada sal.
Resumiendo:
Añade los frutos secos a tu día a día. Elige preferiblemente la versión natural, en su defecto tostados. Evita los salados y los fritos. Y toma únicamente un puñado o dos de ellos, ya que son muy calóricos.
En la próxima entrada veremos algunas bolsas de frutos secos no recomendables, con azúcar, sales, aceites vegetales,… Y algunos disfrazados de la palabra natural. Así es la industria.